La investigación, que se realizó en Grecia, duró seis años e involucró a cerca de 25 mil personas. Demostró que en los hombres la siesta es más beneficiosa que en el caso de las mujeres.
Tomar una siesta podría ser la clave para evitar las enfermedades cardíacas. Científicos griegos señalan que el riesgo de morir de un ataque al corazón se reduce en un 34 por ciento para quienes toman siesta regularmente.
Los beneficios son aún mayores -37 por ciento- para aquéllos que lo hacen por treinta minutos o más, al menos tres veces por semana.
La investigación, que se realizó en Grecia, duró seis años e involucró a cerca de 25 mil personas de ambos sexos, de entre 20 y 86 años, que no habían tenido problemas cardíacos u otras enfermedades crónicas.
El estudio tomó en cuenta además factores como hábitos alimenticios y nivel de actividad física.
Más siesta, menos estrés
Dimitrios Trichopoulos, de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y quien encabezó el estudio, señaló que tomar siestas ayuda a reducir los niveles de estrés. "La siesta es algo común en países con una baja incidencia de muerte por causa de enfermedades cardíacas", señaló Trichopoulos. Resaltó entre las ventajas del estudio su extensión, el hecho de que estuvo limitado a personas saludables y el monitoreo que se ejerció sobre la actividad física de los participantes.
Sin embargo, varias investigaciones al respecto han mostrado resultados mixtos. La cardióloga española Nieves Tarin, del Hospital de Mostoles de Madrid, dijo a BBC Mundo que hay que tomar en cuenta que este estudio se realizó en un país del mediterraneo donde las siestas son más comunes, pero también lo son una dieta más saludable y más ejercicio físico.
"En ese entorno, la siesta es beneficiosa, pero si imaginamos una persona con unas comidas muy copiosas, muy ricas en grasa, con la siesta no vamos a conseguir gran cosa", dijo Tarin.
Mejor para hombres
Los resultados son particularmente beneficiosos para hombres que trabajan, cuyo riesgo se reduce en un 64 por ciento. Esto comparado con un 36 por ciento para los hombres que no trabajan.
El estudio no comparó estos resultados con la población femenina. La cardióloga Nieves Tarín destaca que hay evidencias de que el impacto emocional que produce el estrés en las mujeres está incidiendo en un mayor riesgo cardiovascular.
"Los patrones de conducta de la mujer ha cambiado en los ultimos anos y quiere cumplir con unas expectativas para las cuales aveces no alcanza. En un tiempo record, quiere atender trabajo, familia e incluso estar bella", señaló Tarín a la BBC. Agregó que "todo este tipo de estrés tiene una influencia sobre sus factores de riesgo cardiovasculares".
Por otra parte, June Davison, de la Fundación Británica para el Corazón, destacó, además, que es importante tener un equilibrio adecuado entre descanso y actividad.
Recordó que "tener una vida activa también puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, de manera que es importante que la gente no reduzca su actividad física en el resto del día".
Fuente : BBC Mundo