Ayer hablábamos del dogging y hoy le toca el turno al cruising, otra forma de plantearse las relaciones sexuales que últimamente ha saltado a la palestra por el sonado caso del senador americano Larry Craig, pillado con las manos en la masa en un baño del aeropuerto de Minneapolis, EEUU. Detenido y acusado por conducta inapropiada, él sigue manteniendo su inocencia.
Ayer hablábamos del “dogging” y hoy le toca el turno al “cruising“, otra forma de plantearse las relaciones sexuales que últimamente ha saltado a la palestra por el sonado caso del senador americano Larry Craig, pillado con las manos en… la masa en un baño del aeropuerto de Minneapolis, EEUU. Detenido y acusado por conducta inapropiada, él sigue manteniendo su inocencia.
Pero volvamos al tema de hoy: el “cruising“.
El “cruising” consiste en practicar el sexo con desconocidos en sitios públicos, aunque no a la vista de todos, como por ejemplo, el baño de un aeropuerto.
Ahora bien, esta práctica está relacionada con encuentros homosexuales o bisexuales y, en torno a ella, existen una serie de gestos, de señales, que se realizan entre ellos cuando se encuentran en lugares comunes y que les sirve para saber quien está disponible. por ejemplo, ciertos movimientos de pie significa que son practicantes de cruising y que están esperando tu contestación.
El “cruising” nació como método para mantener relaciones con los de tu mismo sexo en el anonimato, a escondidas de los demás, pues se consideraban vicio, delito o pecado. Hay incluso quien considera que se trata de una enfermedad que puede curarse.
La homosexualidad, femenina o masculina, es una práctica de todas las épocas, no un invento moderno. Ya desde las culturas más antiguas nos han llegado muestras en forma de grabados, pinturas, esculturas que nos hablan de ella. No se entiende cómo aún hoy no somos capaces de simplemente respetar a los demás, con independencia de su sexualidad.
Casos como el de este senador americano, o el de, hace años ya, George Michael, no tendrían mayor importancia para sus carreras si se entendiera que ser homosexual no es sino una forma de ser, y que no hace daño a nadie.
Así que, hoy en día, aunque poco a poco va existiendo mayor libertad, aún no es suficiente como para poder mostrar las tendencias de cada uno sin miedo a las consecuencias posteriores, sobre todo cuando se trata de personas famosos por su profesión o de cierta relevancia política, económica, etc.
|| Fuente: 08 de marzo de 2008(corrientesnoticias-NG)